La idea de someterse a una rinoplastia, normalmente, viene siendo madurada desde hace mucho tiempo. Si por fin nos hemos decidido a realizarla puede generar un gran nerviosismo. La mejor forma de controlarlo y superarlo es mentalizándose e informándose detenidamente.
Lo primero es escoger un cirujano plástico con amplia experiencia en esta cirugía, ya que es de las mas complejas y no todos los cirujanos la realizan. Es importante valorar los años de experiencia, comprobar sus trabajos a través de una buena cantidad de fotos (ver su web) y su opinión nos trasmita tranquilidad. ¡Nunca acudir a una clínica “low-cost” o comercial!
En la primera consulta el cirujano plástico te preguntará que aspectos de tu nariz no te gustan y que quisieras conseguir. Debemos estar preparados para explicar al cirujano de forma detallada que es lo que deseamos. Recuerda que la cirugía puede mejorar tu nariz, pero no crear una nueva. Después de examinar por dentro y por fuera tu nariz, entonces podrá explicarte que se puede hacer para mejorarla y si es posible alcanzar nuestras expectativas. Es importante comentar las posibles complicaciones y como solucionarlas. Se debe contar al doctor si se ha tenido algún golpe previo o alguna cirugía anterior, aunque haya sido hace mucho tiempo. También debe detallarse cualquier tipo de dificultad respiratoria o alergias. Se tomará nota de todo el historial médico como enfermedades padecidas o actuales, cirugías previas (no nasales), toma de medicamentos, tabaco, etc.
Para prevenir complicaciones, el estado de salud normal se confirmará con un meticuloso análisis de sangre y un estudio electrocardiográfico del corazón.
El día de la cirugía se debe acudir al hospital en ayunas completas de 6 horas previas (ni siquiera agua o masticar chicle). La noche anterior como se suele estar muy nervioso se puede tomar algo que nos ayude a dormir mejor. Se debe acudir al hospital acompañado porque no se puede conducir durante las primeras 24h, aunque es aconsejable no hacerlo mientras se lleve la escayola. El cirujano nos proporcionará una serie de medicación postoperatoria y una serie de medidas o cuidados para casa para seguir al pie de la letra.
Ante cualquier duda asegurarse que disponemos del teléfono del cirujano y la garantía que estará localizable las 24 horas del día.