La preocupación por estar delgados y eliminar los antiestéticos depósitos grasos que deforman la silueta ha creado un variopinto mercado de productos “milagro” como las cremas reductoras de grasas, que aplicadas sobre la piel disminuyen, supuestamente, el volumen de esa zona corporal
Realmente no se puede adelgazar sin esfuerzo y la única fórmula efectiva para contornear la silueta es una dieta equilibrada asociada con ejercicio físico y como complemento una liposucción para eliminar los depósitos graso que no se eliminan con la pérdida de peso, como las pistoleras o michelines.
Aunque la mesoterapia puede remover grasa localizada en pequeñas cantidades, la opción más confiable y definitiva es una liposucción o lipoescultura.
Los productos tópicos adelgazantes no son efectivos porque la mayoría de los productos no pueden atravesar la piel más allá de la epidermis. Los adipocitos o células que almacenan grasa se encuentran más profundamente a la dermis.
Además los principios activos de estos productos, como la carnitina o la cafeína tienen una acción cualitativa más bien dudosa sobre la piel.
El supuesto beneficio del aumento de circulación sanguínea tampoco tiene porqué reflejarse en una pérdida de volumen de la zona.
El único efecto beneficioso de estas cremas es mejorar la calidad de la piel por medio de su hidratación, o mejor dicho impidiendo la deshidratación de los estratos cutáneos mas superficiales. También podemos hablar de un efecto placebo beneficioso.
En resumen estos productos adelgazantes no son efectivos, pero tampoco constituyen un riesgo para la salud, salvo para el bolsillo del consumidor.
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies
ACEPTAR