Se conoce con el nombre de mastopexia a la intervención realizada para elevar el pecho cuando éste se encuentra caído por diferentes causas: embarazos, lactancias, pérdidas de peso o de elasticidad de la piel, etc.; y puede ser de dos tipos: con implantes o sin implantes. Os explico 5 curiosidades de este tipo de intervención y presenta su tratamiento para elevar el pecho consiguiendo óptimos resultados.
- La mastopexia es similar a la intervención de reducción de pecho, aunque la resección de tejido es mínima. La técnica consiste en la extirpación de la piel sobrante y en reposicionar el tejido interno, elevando la areola y el pezón.
- Existen dos tipos de mastopexia: sin implantes y con implantes. Las personas idóneas para realizarse una mastopexia sin implantes son las que han sufrido una caída del pecho, pero que conservan bastante glándula o volumen. A las que apenas mantienen volumen y glándula se les recomienda una mastopexia con implantes. Por ejemplo, tras embarazos en los que se ha sufrido una gran pérdida de volumen o si se sufre de asimetría.
- La intervención de mastopexia dura cerca de dos horas, la anestesia es general y requiere de un ingreso en clínica de 1 día. A las 48 horas de la operación se somete a la paciente a la primera cura y a la colocación de un sujetador deportivo que ha de llevar durante un mes. La paciente podrá ducharse a partir del tercer día y los puntos se le podrán retirar en 2- 3 semanas.
- Las cicatrices son similares a las de la reducción de mamas. Si la caída (ptosis) es pequeña basta con una cicatriz vertical o una periareolar, pero si la caída es más grande es necesario añadir una cicatriz vertical y otra horizontal en el surco submamario (en forma de T invertida). Las cicatrices nunca llegan a desaparecer, pero pasados los meses pueden ser prácticamente imperceptibles. Además, existen en el mercado diversos cosméticos para mejorar la calidad de la cicatriz y de la piel.
- La preparación de la mastopexia precisa de un historial clínico, un estudio sanguíneo completo y un estudio mamográfico, con el fin de descartar enfermedades que contraindiquen operar.